| 
        Gerberto de Aurillac. (La cabeza del diablo)  
           
          ARZOBISPO DE BOURGES.—Entre todas las criaturas, sólo al hombre le ha dado Dios la capacidad de reír. 
            ARZOBISPO DE TOURS. – Al hombre y a la hiena. 
              ARZOBISPO DE BOURGES. – Cierto, y a la hiena. Sin duda el Creador, en su infinita misericordia, nos compensó así, tanto a ellas como a nosotros, de tener que vivir entre la carroña. 
            (Acto I, Escena 5ª) (Seguir leyendo).           
           
        
  | 
         
      |